Silvia Cid Art
Statement
Mi trabajo es una alabanza a la vida, profundamente inspirado por la naturaleza que me rodea y por las emociones que fluyen en cada momento de creación.
Cada obra refleja una búsqueda intuitiva y libre, donde el juego, la experimentación, la danza y la meditación se entrelazan para dar lugar a un arte fresco y vibrante.
Fusionando pinceladas suaves con gestos libres y enérgicos, mis cuadros transmiten no solo serenidad, sino también una energía y fluidez que invitan al movimiento.
La exploración de la luz, es una constante en mi obra como la fuerza que guía, nutre y expande.
Utilizo una rica paleta de colores que refleja las influencias de los lugares donde he vivido, desde los calidos tierras de los paisajes marroquíes hasta los vibrantes y saturados característicos de México.
Estas experiencias se manifiestan en composiciones que buscan crear un espacio de conexión con la naturaleza y el ser interior, transformando cada obra en un puente hacia la armonía y el bienestar.
Mi objetivo es que el espectador encuentre en mis obras un lugar de refugio y expansión, donde la vida, la luz y la naturaleza se entrelazan en una danza eterna.
Bio
Nacida en el País Vasco, Silvia ha dedicado un tercio de su vida a viajar y residir en países de culturas diversas, como Francia, Marruecos, Tailandia y México.
Desde temprana edad, una conexión espiritual con el mundo invisible marcó profundamente su alma, calmando su curiosidad por la naturaleza humana y acercándola a la vida en toda su plenitud.
Con formación en Arquitectura de Interiores y Arteterapia, su naturaleza inquisitiva la impulsó a seguir profundizando tanto en el arte como en terapias de desarrollo humano.
En 2016, guiada por un mensaje interior que le indicaba “pintar agua”, da un giro completo a su vida y se traslada a México, donde se establece junto a la Laguna de los Siete Colores.
Allí comienza su andadura artística, entregándose a la exploración de la emoción, la libertad de movimiento y la luz del color.
Tras 13 años en el extranjero, regresa en 2021 a España y se instala en l’Empordà, donde actualmente vive y tiene su taller.
Sus pinturas son una alabanza a la vida, inspiradas en la naturaleza que la rodea, la belleza del Ser y las emociones que la atraviesan en cada momento. Su proceso creativo se nutre del juego y la experimentación, acompañado de la danza y la meditación, dando lugar a un arte fresco, ligero, alegre y lleno de energía. Su obra, profundamente conectada con la naturaleza, explora la belleza como emoción primaria, aquella que conmueve, apasiona y expande.